Imagina un collage de balcones blancos cargados de geranios, chimeneas humeantes en las casas encaladas, gargantas de montaña cubiertas de castaños dorados y nogales rojizos. Así se vive el otoño en la Alpujarra, esa tierra mágica a los pies de Sierra Nevada donde cada estación parece diseñada para enamorar a viajeros y soñadores.
Ponte un jersey de lana, prepara la cámara y déjate perder entre caminos empedrados, senderos entre acequias y horizontes teñidos de naranja, amarillo y ocre. Estos son los 7 pueblos imprescindibles para disfrutar del otoño andaluz en su máximo esplendor.
Capileira | La mejor época para ir: finales de octubre a mediados de noviembre
El pueblo más alto del Barranco de Poqueira es una joya colgada sobre el abismo. Desde sus miradores se obtienen algunas de las panorámicas más espectaculares de Sierra Nevada, con laderas cubiertas de robles, castaños y almendros que se vuelven fuego en otoño. Ideal para hacer rutas de senderismo hacia el Mulhacén o para perderse por sus calles estrechas donde el tiempo pareciera detenido.


Bubión | La mejor época para ir: principios de noviembre
A medio camino entre Pampaneira y Capileira, este pequeño pueblo es el corazón tranquilo del barranco. Sus casas blancas con terraos de pizarra contrastan con los colores intensos del paisaje. Es perfecto para pasear sin prisa, descubrir sus telares tradicionales y contemplar cómo la niebla del otoño se mezcla con el humo de las chimeneas.


Pampaneira | La mejor época para ir: todo noviembre
Posiblemente el pueblo más popular y fotogénico de la zona. Aquí encontrarás calles adoquinadas que parecen sacadas de un cuento, tiendas de artesanía y el murmullo del agua corriendo por sus fuentes. El follaje dorado que rodea al pueblo en otoño convierte cada rincón en una postal. Es también un buen lugar para degustar los sabores alpujarreños: plato alpujarreño con chorizo, morcilla, papas a lo pobre y jamón serrano.


Soportújar | La mejor época para ir: principios de otoño y Halloween
Conocido como el “pueblo de las brujas”, en otoño cobra aún más encanto. Entre sus callejuelas encontrarás rincones dedicados a la magia y la mitología, desde calderos hasta esculturas de brujas. En octubre, durante la Noche de las Ánimas, el pueblo se llena de eventos temáticos y un ambiente único. Mientras tanto, los castaños que rodean la zona pintan el paisaje de tonos dorados y anaranjados.


La Taha de Pitres | La mejor época para ir: mediados de noviembre
Pitres y las aldeas que conforman La Taha sorprenden por su autenticidad. Aquí encontrarás paz, bosques cubiertos de hojas crujientes y acequias moriscas que aún riegan la tierra. Es una de las mejores zonas para hacer rutas de senderismo suaves y disfrutar del contacto directo con la naturaleza otoñal sin aglomeraciones.


Pórtugos | La mejor época para ir: finales de octubre a principios de noviembre
Este pequeño pueblo es famoso por su Fuente Agria, cuyas aguas ferruginosas brotan teñidas de naranja. En otoño, el entorno de la fuente se transforma en un espectáculo natural con cascadas rodeadas de follaje colorido. También es un punto ideal para recorrer senderos que conectan con otras aldeas cercanas.
Busquístar | La mejor época para ir: todo noviembre
Encajado en la ladera entre barrancos, Busquístar ofrece un ambiente tranquilo y rural. Sus casas se asoman a terrazas naturales desde donde verás un mosaico de colores otoñales en los bancales y montañas. Es perfecto para una escapada lenta: leer frente a una chimenea, recorrer senderos menos transitados o simplemente disfrutar del silencio interrumpido solo por el río Trevélez.
🍂 Consejos para tu escapada otoñal a la Alpujarra
- Época ideal: de finales de octubre a finales de noviembre, cuando los colores son más intensos.
- Qué llevar: ropa cómoda para andar, botas de senderismo y una chaqueta, porque las noches refrescan bastante.
- Imprescindible: probar el jamón serrano de Trevélez, los dulces caseros de Pampaneira y, cómo no, un buen vino de la tierra.

